Biografía de Martín Lutero: ¿Quién fue?, el monje y más

Aprende en el siguiente artículo todo lo relacionado con la Biografía de Martín Lutero, uno de los personajes más recordados y polémicos dentro de las corrientes cristianas debido a que fue el primero en promover la reforma religiosa en su país natal, Alemania.

BIOGRAFÍA DE MARTÍN LUTERO

Biografía de Martín Lutero

En esta oportunidad estaremos aprendiendo un poco más acerca de la Biografía de Martín Lutero,  teólogo y fraile católico agustino nacido en Alemania un 10 de noviembre del año 1483. Aunque su nombre al nacer fue Martín Luder, con el tiempo su identidad se le cambió a Martín Luther como se le conoce en alemán a este personaje.

Martín Lutero fue ampliamente conocido por ser un teólogo y fraile. Se le atribuye la responsabilidad de ser uno de los primeros es promover la reforma religiosa en su país natal Alemania y en cuyas enseñanzas se inspiraron la Reforma protestante y la doctrina teológica y cultural denominada luteranismo.

En la Biografía de Martín Lutero se destaca el hecho de su gran aporte a favor de las doctrinas religiosas en Alemania. Éste personaje se encargó a lo largo de sus años de vida en exhortar a los miembros de la Iglesia Cristiana a practicar de forma correcta cada una de las enseñanzas originales reflejadas en la Santa Palabra de Dios.

Su exhortación provocó que las Iglesias cristianas comenzaran a experimentar una nueva transformación en cuanto a su manera de ver la religión y practicar las enseñanzas de la Biblia. Ésta transformación de la Iglesia Cristiana se evidenció en su gran mayoría en territorio europeo, de donde Martín Lutero era originario. La Iglesia Católica también tuvo su propia reacción.

La corriente católica decidió hacer frente a la reforma protestante a través de una Contrarreforma, la cual se convirtió en la acción directa emitida por los practicantes de la Iglesia católica a la reforma protestante impulsada por Martín Lutero, que restó fuerzas a la Iglesia Abarca desde el Concilio Ecuménico de Trento en 1545 hasta el fin de la guerra de los Treinta Años, en 1648.

Martín Lutero también realizó importantes aportaciones a la civilización occidental, las cuales se propaga más allá del tema religioso, dado a que sus traducciones de la Biblia sirvieron en gran medida a desarrollar una versión estándar de la lengua alemana y se transformaron en un modelo en el arte de la traducción a nivel mundial.

BIOGRAFÍA DE MARTÍN LUTERO

En la Biografía de Martín Lutero también se destaca su unión sentimental con Catalina de Bora, monja católica de origen alemán que se convirtió al protestantismo. El matrimonio, celebrado el 13 de junio de 1525, provocó el comienzo de un movimiento de respaldo al matrimonio sacerdotal dentro de diferentes prácticas religiosas de Europa.

El teólogo Martín Lutero, nacido en la década de 1483 en Alemania, fue considerado como uno de los más prestigiosos y respetados reformadores religiosos que fue el catalizador del siglo XVI Reforma Protestantes. A él se le atribuye la responsabilidad de cambiar para siempre el cristianismo cuando inició la Reforma Protestante en la Europa del siglo XVI.

Quienes tuvieron la dicha de conocer a Martín Lutero pueden dar fe del hombre de palabras y acciones que era. Fue gracias a su ardua labor que pudo impulsar un movimiento que reformuló ciertos principios básicos de la fe cristiana y dio como resultado la división de la cristiandad occidental. De acuerdo a lo que indica la Biografía de Martín Lutero, él empezó la Reforma Protestante en el siglo XVI.

Llegó a convertirse en una de las figuras más relevantes y polémicas dentro de toda la historia cristiana, especialmente por sus acciones en contra de ciertas prácticas religiosas que se acostumbraban a hacer durante su época. Martín Lutero se encargó de rechazar muchos de los principios básicos del catolicismo romano, y sus seguidores pronto se separaron de la Iglesia Católica Romana para iniciar la tradición protestante.

Desde joven Martín Lutero mostró su deseo por lograr que las personas tuvieran una relación más cercana con Dios Padre y eso fue el principal motivo que lo impulsó a realizar la traducción de la Biblia al lenguaje de las personas. Cambiando radicalmente la relación entre los líderes de la iglesia y sus seguidores.

Ciertamente existen muy pocas referencias bibliográficas en torno a la infancia de Martín Lutero, más allá de sus recuerdos como un anciano; comprensiblemente, parecen estar teñidos por una cierta nostalgia romántica. Su formación la inició en una institución latina situada en Mansfeld en la primavera de 1488, donde recibió una formación completa en áreas como idioma latina, además de aprender de memoria los Diez Mandamientos.

En la Biografía de Martín Lutero también se indica que en el año 1497, él fue trasladado a la cercana Magdeburgo para acudir a una institución educativa administrada por los Hermanos de la Vida Común. Años más tarde, en 1501, ingresó a la Universidad de Erfurt, en ese momento una de las universidades más distinguidas de Alemania.

Según fuentes cercanas, el joven Martín Lutero fue considerado por la institución como en habiendo, quiere decir que no era opción para recibir algún tipo de beneficio económico para sus estudios, eso deja en evidencia del éxito económico con el que contaba su familia, especialmente su padre. Lutero tomó el curso habitual en las artes liberales y recibió el título de bachiller en 1502. Tres años más tarde recibió el título de maestría.

A lo largo de sus años de vida, Martín Lutero dejó en evidencia algunas curiosidades que valen la pena mencionar, entre ellas:

  • Quemó una bula papal
  • Fue la primera persona que imprimió un libro: La Biblia alemana, la cual tradujo de un manuscrito sagrado a la lengua materna de esa nación.
  • Le dedicó la Biblia alemana a Federico El Sabio.
  • Lutero denunció el celibato como una práctica universal para el sacerdocio.

Biografía

En esta parte de nuestro artículo estaremos desarrollando algunos de los puntos más relevantes dentro de la Biografía de Martín Lutero, considerado como uno de los colaboradores más importantes de la religión cristiana y que realizó grandes aportes para el desarrollo de la denominada reforma religiosa en Alemania y en la cual se inspiraron la Reforma protestante.

Primeros años

La Biografía de Martín Lutero revela cómo fueron sus primeros años de vida y algunas de sus más importantes colaboraciones. Él nació de la unión matrimonial entre Hans y Margarethe Luder, quienes lo trajeron al mundo un 10 de noviembre de 1483. Lutero fue bautizado un día después de celebrarse la festividad de San Martín de Tours, y de allí la razón de su nombre, en honor al santo.

En la década de 1484, los familiares de Martín Lutero se mudaron a una región conocida como Mansfeld, descrita como una región histórica de Alemania.

En esa localidad, los padres de Lutero tenían la responsabilidad de dirigir diferentes minas de cobre. El padre de éste ilustre personaje pasó gran parte de sus años de vida en un medio campesino y de allí es que él anhelaba que su hijo llegara a convertirse en funcionario civil para darle más honores a la familia.

Fue así como la Biografía de Martín Lutero señala que el joven comenzó a asistir a muchas escuelas situadas en la región de Mansfeld, Magdeburgo y Eisenach con el fin de formarse académicamente.

Varios años después, específicamente en la década de 1501, Martín Lutero comienza a formar parte de la prestigiosa Universidad de Erfurt, donde tocaba el laúd y recibió el apodo de El Filósofo.

En la Biografía de Martín Lutero también se indica que un año más tarde de su entrada a la Universidad de Erfurt, el militante Lutero admitió el grado de bachiller, además de una maestría en 1505, como el segundo de 17 candidatos.

Con la intención de cumplir los anhelos de su padre, tomó la decisión de inscribirse en la Facultad de Derecho de mencionada casa de estudio.

BIOGRAFÍA DE MARTÍN LUTERO

Sin embargo, sus ganas de estudiar en la Facultad de Derecho de la Universidad de Erfurt se vieron interrumpidas cuando una impresionante tormenta eléctrica ocurrida el 2 de julio de 1505, provocó que un rayo cayera muy cerca de Martín Lutero, mientras él regresaba de una visita a la casa de sus padres. Asustado por lo que acababa de suceder, gritó: « ¡Ayuda Santa Ana! ¡Me haré monje!».

Afortunadamente Martín Lutero logró salir ileso, más allá del susto, sin embargo nada lo detuvo en su deseo de abandonar la carrera de Derecho. Junto a su decisión, también procedió a vender cada uno de sus libros, menos los de Virgilio. El joven, después de esa decisión, entra en el monasterio agustino de Erfurt el 17 de julio de 1505.

Vida monástica y académica

La Biografía de Martín Lutero destaca su paso por el monasterio agustino, una etapa que sin duda alguna marcaría por completo su vida. Después de abandonar sus estudios de Derecho, Lutero formaliza su ingreso al monasterio y a partir de allí dedica tiempo completo a la vida del monasterio, enfocándose sobre todo en hacer buenas obras con el objetivo de agradar a Dios y ofrecer un servicio por las almas necesitadas a través de la oración.

La vida de Martín Lutero evidenció una etapa de mucha dificultad física, que se vio empeorada con más fuerza dado al ayuno, a las flagelaciones, a las prolongadas horas en comunión, al peregrinaje y a la confesión constante. En la medida en que trataba de honrar a Dios, más se percataba de sus pecados. Uno de los superiores de Lutero, Johann von Staupitz, llegó a creer que el joven requería de más trabajo para distraer su mente de tantas reflexiones religiosas.

Por esa razón el superior Johann von Staupitz decide ordenar al joven Martín Lutero a iniciar una formación académica que lo ayudará a alejarse un poco de sus preocupaciones cristianas. Años más tarde, en 1507, Lutero recibió el nombramiento como sacerdote y un año después empezó a enseñar Teología en la Universidad de Wittenberg.

El 9 de marzo de 1508 Martín Lutero recibió su grado de bachiller en Estudios Bíblicos. El 12 de octubre de 1512 fue “recibido en el Senado de la Facultad de Teología” y allí recibió el título de Doctor en Biblia. Luego vino su nombramiento de vicario de su orden, específicamente en 1515, quedando a su cargo once monasterios en total.

BIOGRAFÍA DE MARTÍN LUTERO

En esos años, Martín Lutero también destacó por su formación académica en áreas como el griego y el hebreo, lenguas que decidió analizar para comprender más el significado y los matices que se usan dentro de las sagradas escrituras. Su aprendizaje en dichas lenguas también le sirvió posteriormente para realizar su traducción de la Biblia judía.

Teología de la gracia de Lutero

Sus deseos por lograr grados académicos mayores, impulsaron al joven Martín Lutero a iniciar sus estudios profundos en cuanto a la Biblia. Fue ampliamente influenciado por la vocación humanista de ir ad fontes (a las fuentes), lo que hizo que se involucra en el estudio de la Biblia y de la Iglesia primitiva. Gracias a esto, términos como la penitencia y la probidad tomaron un nuevo significado para la vida de Lutero.

Él estaba convencido de que la Iglesia se había desviado del camino correcto que demandaba la Biblia, llegando a asegurar que la Iglesia perdió su visión en cuanto a las enseñanzas plasmadas en las Sagradas Escrituras. Una de las cosas que más criticó Lutero fue que la Iglesia no había entendido la doctrina de la justificación solo por la fe y no por obras.

Basado en lo anteriormente descrito, Martín Lutero sintió la necesidad de comenzar a enseñar las verdades plasmadas en la Biblia con respecto a la salvación, asegurando que para lograr alcanzar la misma, solo era necesario creer en Dios, argumentando que la salvación no es más que un regalo dado por Dios a sus hijos, a través de la fe en Cristo. Así defendía la verdad de que la salvación se obtiene solo por gracia y no por obra.

Tiempo después, Martín Lutero definió y re introdujo el principio de la distinción propia entre la Ley de Moisés y los Evangelios que defendía su visión respecto a la gracia. Como resultado, él creía que su principio de interpretación era un punto inicial esencial en el estudio de las Escrituras. Observó que la falta de claridad al distinguir la Ley Mosaica de los Evangelios era la causa de la incorrecta comprensión del Evangelio de Jesús dentro de las iglesias de su época.

La controversia por las indulgencias

La Biografía de Martín Lutero enseña que además de sus responsabilidades como profesor, también servía como predicador y confesor dentro de la Iglesia de Santa María, ubicada en la ciudad donde residía. Lutero, con frecuencia, hablada de la palabra de Dios en la Iglesia del Palacio, conocida también “de todos los santos”, dado a que tenía una colección de reliquias provenientes de una fundación creada por Federico II de Sajonia.

BIOGRAFÍA DE MARTÍN LUTERO

Su historia de vida revela que fue precisamente durante esa época cuando Martín Lutero se percató de los efectos de ofrecer indulgencias a los feligreses. Para aquellos que no saben el significado de la palabra indulgencia, se refiere básicamente a la remisión, bien sea parcial o completa, del castigo temporal que aún se mantiene por los pecados luego de que la culpa ha sido eliminada por absolución.

Es importante señalar que durante la época de Martín Lutero era bastante habitual que las personas compraran una indulgencia, bien sea para sí misma o para sus parientes muertos que permanecía en el Purgatorio. En esos años, el fraile dominico Johann Tetzel había sido reclutado para viajar por los territorios episcopales de Alberto de Brandeburgo comercializando indulgencias.

Cada indulgencia que se vendía tenía un precio determinado y una buena parte del dinero recolectado era utilizado para construir la basílica de San Pedro en Roma, Italia, además de comprar un obispado para Alberto de Hohenzollern. El joven sacerdote Martín Lutero nunca observó la venta de indulgencias con buenos ojos, considerándola incluso como un abuso de poder.

Martín consideraba que la venta de indulgencias por parte de los líderes religiosos no solo representaba un abuso de poder, sino que además formaba parte de una gran mentira que no contaba con basamento bíblico. También creía que el tráfico de indulgencias generaba mayor confusión entre los creyentes, quienes iban a confiar solo en la mentira de las indulgencias y no en el sacramento de la confesión y el arrepentimiento genuino.

A lo largo de sus años como predicador, el joven Martín Lutero se refirió en al menos tres oportunidades al tema de las indulgencias y su rechazo a la misma. Uno de sus sermones contra la venta de indulgencias los ofreció en 1516 y otro en la década de 1517. En una ocasión realizó la lectura de la Carta a los Romanos, capítulo 1, versículos 16 y 17, lo que posteriormente le llevaría a hacer la Reforma:

“Porque no me avergüenzo del mensaje del evangelio porque es poder de Dios para que todos los que creen alcancen la salvación, los judíos en primer lugar y luego a los griegos. Pues este mensaje nos muestra de qué manera Dios nos libra de culpa: es por fe y solamente por fe. Así lo dicen las Escrituras: El justo por la fe vivirá”

https://www.youtube.com/watch?v=6tsYbRxjc8o

Su rechazo continuó en aumento, y de acuerdo a la tradición, el 31 de octubre del año 1517, fueron clavadas las noventa y cinco tesis (lista de proposiciones para un debate académico escrita por Martín Lutero) en la puerta de la Iglesia del Palacio de Wittenberg como una invitación abierta a debatirlas. Las noventa y cinco tesis de Lutero mostraban su rechazo contundente a temas como la avaricia y el paganismo en la Iglesia como un abuso.

Pero además las tesis de Martín Lutero también pedían una disputa teológica en lo que las indulgencias podían dar. No obstante, en sus tesis no cuestionaba de forma clara la autoridad del Papa para ofrecer indulgencias. El cuestionamiento al poder y eficacia de las indulgencias, mayormente conocido como las noventa y cinco tesis de Lutero, fueron traducidas de forma rápida al alemán y copiadas e impresas ampliamente.

Tan solo bastaron dos semanas para que las tesis de Martín Lutero lograron expandirse por todo el territorio alemán, y meses más tarde lo mismo ocurrió en toda Europa. Se cree que este fue uno de los primeros casos de la Historia en los que la imprenta tuvo un papel importante, pues facilita una distribución más sencilla y amplia de cualquier documento.

Respuesta del papa

El papa León X siempre se mostró en oposición a las ideas promovidas por Martín Lutero, tanto así que en una ocasión lo llegó a describir como un “borracho alemán quien escribió las tesis” y alegó “cuando esté sobrio cambiará de parecer”. De esa manera el papa logró minimizar a Lutero y en la década de 1518, ordenó al profesor dominico de teología Silvestre Mazzolini investigar la tesis de Lutero.

La autoridad papal realizó fuertes revelaciones en contra de las intenciones de Martín Lutero, asegurando que él se resistía de forma implícita a la figura del Sumo Pontífice, al mostrar desacuerdo con una de sus bulas, por lo que declaró a Lutero hereje y escribió una respuesta académica de sus tesis. En ella mantenía la autoridad papal sobre la Iglesia y condenaba cada “desviación” como apostasía.

Martín Lutero no se quedó callado ante las acusaciones en su contra y procedió a replicar de igual manera, desarrollándose una controversia entre ambos. Como parte de su respuesta, Lutero escribió su “Sermón sobre la indulgencia y la gracia” y luego de eso tomó parte de la convención agustina en Heidelberg, donde presentó una tesis referente a la esclavitud del hombre al pecado y la gracia divina.

BIOGRAFÍA DE MARTÍN LUTERO

En medio de la polémica por las indulgencias, el debate se tornó más intenso, tanto así que se colocó en duda el dominio absoluto y la figura del papa, debido a que las doctrinas de “Tesorería de la Iglesia” y la “Tesorería de los Méritos”, que funcionaban para mejorar la doctrina y práctica de las indulgencias, se basaban en la bula Unigenitus (1343) del papa Clemente VI.

Ante su contundente rechazo a dicha doctrina, Martín Lutero pasó a ser llamado como hereje, y el autoridad papa tomó la decisión de suprimir sus puntos de vista, exhortándolo a viajar a Roma, pero debido a problemas políticos suscitados en la época, dicho viaje no se pudo materializar.

El mismo Martín Lutero que llegó en algún momento de su vida a defender la fidelidad implícita a la iglesia, ahora mostraba su claro rechazo a la figura papal y argumentaba a que se celebrara un concilio. También llegó a asegurar que la figura del papado no formaba parte de la inmutable esencia de la Iglesia primitiva.

Con el deseo de lograr mantener las buenas relaciones con el protector de Lutero, Federico el Sabio, el papa procedió a un último esfuerzo por conseguir una solución definitiva y pacífica al conflicto. Se llevó a cabo una conferencia con el chambelán papal Karl von Miltitz, celebrada en Altenburgo en 1519 y en la cual Lutero decide permanecer en silencio, mientras que sus oponentes hicieran lo mismo.

También el trato incluía escribir un escrito humilde dirigida al papa y conformar un tratado demostrando sus respetos a la Iglesia católica. La verdad fue que dicha carta nunca fue enviada debido a que no tenía retractación alguna. En el tratado que compuso más tarde, Lutero rechazó todo tipo de resultados respecto a las indulgencias en el Purgatorio.

Poco después Johann Eck, escolástico y teólogo germano defensor del catolicismo durante la reforma protestante, llamó a un debate a Carlstadt, teólogo alemán durante la Reforma protestante, quién además era colega de Lutero. El debate se celebró en Leipzig entre el 27 de junio y el 18 de julio de 1519 y al reto se le sumó el propio Lutero.

Durante dicho debate, Martín Lutero negó el derecho divino del solio papal y la autoridad de poseer el “poder de las llaves”, que según él había sido otorgado a la Iglesia (como congregación de fe).

Rechazó de manera contundente la figura del papa dentro de las corrientes católicas, llegando a decir que dicha autoridad no era importante para alcanzar la salvación, manteniendo la validez de la Iglesia Ortodoxa de Oriente. Luego del debate, Johann Eck aseguró que Lutero se vio forzado a admitir la similitud de su propia doctrina con la de Jan Hus, quien había sido quemado en la hoguera.

La brecha se ensancha: Lutero a través de los acontecimientos

De esta manera, no había esperanza de paz. Los textos realizados por Martín Lutero comenzaron a rodar de formar amplia por algunos países europeos como Francia, Inglaterra e Italia, con mayor fuerza en la década de 1519, y los estudiantes se trasladaban a Wittenberg para oír a Lutero, quién publicaba ahora sus comentarios sobre la Epístola a los Gálatas y sus Operationes in Psaimos (Trabajo en los Salmos)

Los textos de Lutero generaron mucha polémica y eso lo llevó a desarrollar sus doctrinas más a fondo, y su “Sermón en el Sacramento Bendecido del Verdadero y Santo Cuerpo de Cristo, y sus Hermandades” extendió el significado de la eucaristía para el perdón de los pecados y el fortalecimiento de la fe en aquellos quienes la reciben, apoyando además a que se realizará un concilio para restituir la comunión.

Martín Lutero fue el responsable de hacer popular el concepto de “iglesia”, el cual fue desarrollado en su Von dem Papsttum zu Rom (En el Papado de Roma), una respuesta al ataque del franciscano Augustin von Alves en Leipzig (junio de 1520), mientras que su Sermón von guten Werken (Sermón de Buenas Obras) publicado en la primavera de 1520, era opuesto a la doctrina católica de las buenas obras y obras de supererogación.

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De acuerdo a dicha doctrina, las obras del creyente son realmente buenas en cualquier llamado secular o vocación ordenado por Dios.

Los tratados de 1520: La Nobleza Alemana

En la década de 1519 salió a la luz la famosa Controversia en Leipzig la cual llevó a Martín Lutero a formalizar relaciones con los humanistas, especialmente Melanchthon, Reuchlin y Erasmo de Róterdam, y que mantuviera relaciones con el caballero Ulrich von Hutten, quien a su vez influyó al caballero Franz von Sickingen.

Von Sickel y Silvestre de Schauenburg quería mantener a Lutero bajo su cuidado, invitándolo a su fortaleza en el caso de que no se sintiera seguro en Sajonia a causa de la proscripción papal.

Fue debido a dichas circunstancias de crisis y enfrentando a los nobles alemanes, que Martín Lutero escribió “A la Nobleza Cristiana de la Nación Alemana), un escrito que realizó en la década de 1520, a través del cual encomendaba al laicado, como un sacerdote espiritual, la reforma requerida por Dios pero abandonada por el Papa y el clero.

Ésta sería la primera ocasión en la cual Martín Lutero hacía referencia directa y pública al Papa como el Anticristo, afirmaciones que despertaron mucha polémica en su momento.

Lutero propuso interesantes reformas, las cuales no solo se relacionaban con asuntos doctrinales, sino que también iban dirigidas a contrarrestar algunos de los más principales abusos eclesiástico, como:

  • La disminución del número de cardenales y demandas de la corte papal
  • La abolición de los ingresos del Papa
  • El reconocimiento del gobierno secular
  • La renuncia del papado al poder temporal
  • La abolición de los interdictos y abusos relacionados con la excomunión.
  • La abolición del peregrinaje dañino
  • La eliminación del excesivo número de días santos
  • La supresión de los conventos de monjas
  • La reforma de las universidades
  • La abrogación del celibato del clero
  • Reforma general de la moral pública

El Cautiverio Babilónico

En la Biografía de Martín Lutero también se destacan algunos de sus escritos realizados a lo largo de sus años de vida, algunos de los cuales sobresalieron por ser muy polémicos. Vale la pena mencionar sus polémicas doctrinales que escribió en el Preludio en el Cautiverio Babilónico de la Iglesia, especialmente con respecto a los sacramentos.

Lutero se pronunció en diferentes ocasiones con respecto a la eucaristía, asegurando que era necesario que se devolviera el cáliz al laicado; en la llamada cuestión del dogma de la transustanciación, afirmaba la presencia real del cuerpo y la sangre de Cristo en la eucaristía, pero se oponía a la enseñanza de que la eucaristía era el sacrificio ofrecido por Dios.

Martín Lutero también hizo referencia al tema del bautismo, asegurando que era posible obtener la salvación por medio de él, solo si se acompañaba de la fe salvadora en el creyente. No obstante, mantenía el principio de la salvación, incluso para aquellos que más tarde cayeran y se reivindica en otro elemento al cual hizo referencia fue a la penitencia.

Aseguró que su esencia consiste en las palabras de la promesa de exculpación adoptadas a través de la fe. Para Martín Lutero, los tres sacramentos tenían la descripción para ser considerados como tal, dado a su institución divina y a la promesa de parte de Dios referente a la salvación conectada con ellos.

Estrictamente hablando, solo el bautismo y la eucaristía son sacramentos, debido a que solo ellos tienen un “signo visible divinamente instituido”, el agua en el bautismo y el pan y el vino en la eucaristía.

BIOGRAFÍA DE MARTÍN LUTERO

Lutero mostró por medio de su polémico documento la negación absoluta a prácticas como la confirmación, el matrimonio, la ordenación sacerdotal y la extremaunción, alegando que las mismas no formaban parte de los sacramentos.

La libertad cristiana

La doctrina de Lutero referente a la salvación y la vida cristiana fue desarrollada de manera más amplia a través de su opúsculo titulado “La libertad cristiana”, que salió publicado por primera vez el 20 de noviembre de 1520. En dicho texto exigía una unión completa con Cristo por medio de la Palabra y la fe, la entera libertad de un cristiano como sacerdote y rey sobre todas las cosas externas, y un amor por el prójimo.

La excomunión de Lutero

El 15 de junio de 1520 fue emitida una advertencia a Martín Lutero por parte del Papa, con la bula Exsurge Domine, en la cual alega que se atrevía a la excomunión, a menos que en un lapso de sesenta días repudiarla 41 puntos de su doctrina seleccionados de sus escritos. Cuando se cumpliera ese plazo, se rumoreaba que Eck había llegado a Meissen con una prohibición papal, la cual se confirmó el 21 de septiembre.

La Biografía de Martín Lutero indica que ese mismo año pero en el mes de octubre, el joven le hace envío al papa de su texto “En la Libertad de un Cristiano”, donde sale publicada su famosa frase “Yo no me someto a leyes al interpretar la palabra de Dios”.

En el mes de diciembre el propio Lutero se encargó de quemar la bula, la cual tomaba efecto e un plazo de 120 días, y el decreto papal en Wittenberg, defendiéndose en su Warum des Papstes und seiner Jünger Bücher verbrannt sind y su Assertio omnium artículo rum.

En medio del acto de quema de la bula, Martín Lutero pronunció de forma parafraseada el Salmo 9: Ya que has confundido la verdad [o a los santos] de Dios, hoy el Señor te confunde a ti. Al fuego contigo. El papa León X excomulgó a Lutero el 3 de enero de 1521 mediante la bula Decet Romanum Pontificem.

BIOGRAFÍA DE MARTÍN LUTERO

La ejecución de la prohibición, no obstante, fue impedida por la amistad del papa con Federico III de Sajonia y por el nuevo emperador Carlos V, quien, viendo la actitud papal hacia él y la posición de la Dieta, encontró contraindicado apoyar las medidas contra Lutero. Este fue a Worms diciendo que “Iría allí aunque hubiese tantos demonios como tejas en los tejados”.

Dieta de Worms

El 3 de enero del año 1521 ocurrió la publicación en la ciudad de Roma de la bula Decet Romanum Pontificem, a través de la cual el papa León X procedió a excomulgar a Martín Lutero, convirtiéndose así en uno de los momentos más destacados en la vida del personaje.

El emperador Carlos V inauguró la Dieta imperial de Worms, el 22 de enero de 1521. Lutero fue llamado a renunciar o reafirmar su doctrina y le fue otorgado un salvoconducto para garantizar su seguridad.

Según la Biografía de Martín Lutero, éste acudió a la Dieta el 16 de abril. Ese día, Johann Eck, quién era asistente del arzobispo de Tréveris, presentó a Lutero una mesa repleta de copias de cada uno de sus textos.

Le consultó si los libros eran de su autoría y si aún creía en lo que esos escritos promulgaban. Luego de aquella comprometedora pregunta, Lutero solicitó unos minutos para pensar muy bien la respuesta que iba a dar.

Antes de responder, Martín Lutero elevó una oración, además de consultar la opinión de algunos de sus más cercanos amigos y mediadores. Fue citado para el día siguiente a la Dieta para que emitiera su respuesta. Cuando se trató el tema en la Dieta, el consejero Eck le solicitó a Lutero que ofreciera su respuesta de forma explícita:

“Lutero, ¿Rechaza sus libros y los errores que en ellos se contiene?”

La respuesta que ofreció Martín Lutero fue la siguiente:

«Que se me convenza mediante testimonios de la Escritura y claros argumentos de la razón —porque no le creo ni al papa ni a los concilios, ya que está demostrado que a menudo han errado, contradiciendo a sí mismos— por los textos de la Sagrada Escritura que he citado, estoy sometido a mi conciencia y ligado a la palabra de Dios.

Por eso no puedo ni quiero retractarme de nada, porque hacer algo en contra de la conciencia no es seguro ni saludable». De acuerdo con la tradición, Lutero entonces dijo estas palabras: «¡No puedo hacer otra cosa; esta es mi postura! ¡Que Dios me ayude!»

En los días posteriores se llevaron a cabo conferencias de carácter privado que tenían como objetivo determinar el destino final de Martín Lutero. Minutos antes de que la decisión se tomará, Lutero decidió abandonar Worms. Durante su regreso a Wittenberg, desapareció. El emperador de entonces escribió el Edicto de Worms donde declara a Martín Lutero como prófugo y hereje, prohibiendo además sus obras.

Exilio en el castillo de Wartburg

Según lo revelado en la Biografía de Martín Lutero y la opinión de muchos investigadores, su desaparición en medio del viaje de regreso de Wittenberg no fue fortuita sino que se trató de un hecho completamente planificado. Por órdenes de Federico el Sabio, una escolta con su rostro cubierto y a bordo de un caballo procedió a capturar a Lutero, para trasladarlo al Castillo de Wartburg en Eisenach.

De acuerdo a diversos cálculos, Martín Lutero duró recluido en el Castillo de Wartburg en Eisenach aproximadamente un año. Durante su estadía en ese lugar presentó muchos cambios físicos, por ejemplo su barba creció de manera impresionante, tomó el atuendo de un caballero y se asignó el pseudónimo de Junker Jorge (Caballero Jorge).

También en ese tiempo de reclusión, dice la Biografía de Martín Lutero que él se enfocó en trabajar ampliamente en muchos de sus textos, por ejemplo la traducción total del Nuevo Testamento. A pesar de los que muchos pensaron, su paso por el Castillo de Wartburg representó el inicio de un periodo constructivo en la carrera de Lutero como reformador.

Fue precisamente durante su encierro en el castillo (etapa a la que Martín Lutero se refirió en muchas oportunidades como desierto o Patmos de Wartburg), cuando inició a traducir la Palabra de Dios, imprimiéndose el Nuevo Testamento en septiembre del año 1522. Aparte de otros textos, preparó la primera parte de su guía para párrocos y su Von der Beichte (Sobre la confesión), en la que niega la obligación de la confesión y admite la validez de las confesiones privadas voluntarias.

BIOGRAFÍA DE MARTÍN LUTERO

La Biografía de Martín Lutero dice que durante su paso por el Castillo de Wartburg también realizó escritos en contra del arzobispo Albrecht, llevándolo a dejar de un lado sus intenciones de volver a la venta de indulgencias. Además hizo contundentes arremetidas en contra de Jacobus Latomus y avanzó en su visión de la relación entre la gracia y la ley, así como en la naturaleza comunicada por Cristo.

Distinguió el objetivo de la gracia de Dios para el pecador, quien al creer, es justificado por Dios debido a la justicia dada por Cristo en la Cruz, de la gracia salvadora que mora dentro del hombre pecador. De igual manera hizo hincapié en la insuficiencia del “principio de justificación”, en la persistencia del pecado luego del bautismo y en la inherencia del pecado en cada buena obra.

Para Martín Lutero era costumbre escribir cartas a sus más cercanos compañeros y aliados a quienes le consultaba siempre por algún consejo o para conocer su opinión referente a determinados temas. Una de las personas que le escribió a Lutero fue Philipp Melanchthon, quien le preguntó cómo responder a la acusación de que los reformistas renegaba del peregrinaje, del ayuno y otras prácticas religiosas, a lo que Lutero respondió:

«Si eres un predicador de la misericordia, no predicas una misericordia imaginaria, sino una verdadera. Si la misericordia es verdadera, debes padecer el pecado verdadero, no imaginario. Dios no salva a aquellos que son solo pecadores imaginarios.

Sé un pecador y deja que tus pecados sean fuertes, pero deja que tu confianza en Cristo sea más fuerte, y regocíjate en Cristo, quien es el vencedor sobre el pecado, la muerte y el mundo. Cometeremos pecados mientras estemos aquí, porque en esta vida no hay un lugar donde la justicia resida. Nosotros, sin embargo, dice Pedro (2ª Pedro 3:13), estamos buscando más allá un nuevo cielo y una nueva tierra donde reine la justicia».

Entre tanto, algunos sacerdotes sajones habían renunciado al voto del celibato, en tanto que otros atacaron la validez de los votos monásticos. Martín Lutero en su De votis monasticis (sobre los votos monásticos) recomendó tener más previsión, reconociendo en el fondo que los votos eran generalmente tomados “con la intención de la salvación o la búsqueda de justificación”.

Con la aprobación de Lutero en su De abrogada missa privata (Sobre la abrogación de la misa privada), pero en contra de la oposición firme de su prior, los agustinos de Wittenberg realizaron cambios en las formas de adoración y suprimieron las misas.

No obstante la violencia y la intolerancia generaron desagrado en la vida de Martín Lutero, quien a comienzos del mes de diciembre pasó varios días entre ellos. Cuando volvió a Wartburg, redactó Eine treue Ver Mahnung... vor Aufruhr und Emporung (Una sincera amonestación por Martín Lutero a todos los cristianos a guardarse de la insurrección y rebelión).

A pesar de ello, Carlstadt y el ex – agustino Gabriel Zwilling demandaron en Wittenberg la abolición de la misa privada y de la comunión bajo las dos especies, así como la eliminación de las imágenes de las iglesias y la abrogación del magisterio.

Matrimonio y familia de Martín Lutero

En el mes de abril del año 1523, la Biografía de Martín Lutero indica que el joven le envía un texto a Wenceslaus en la que le expresó: “Ayer recibí a nueve monjas de su cautiverio en el convento de Nischen”. Lutero colaboró de forma directa en la huída de doce monjas que se encontraban internada en el monasterio cisterciense, situado en Nischen, cerca de Grimma en Sajonia. Lutero logró sacar a las monjas al esconderlas dentro de unos barriles.

De las doce monjas involucradas en la huída, al menos tres de ellas se fueron con sus familiares, mientras que el resto de fugitivas fueron trasladadas a Wittenberg. Dentro del grupo de nueve monjas que fueron a Wittenberg estaba presente una de nombre Catalina de Bora, quién más tarde se convertiría en una de las mujeres más importantes en la vida de Lutero.

En el año 1523 se pensó que Catalina de Bora se casaría con un estudiante de la Universidad de Wittenberg llamado Jerome Baumgartner, sin embargo al parecer los familiares de éste no estaban de acuerdo con esa relación y se opusieron al matrimonio. El próximo aspirante al amor de la joven Bora era el Dr. Caspar Glatz, pero Catalina no estaba enamorada de él.

De acuerdo a versiones cercanas, Catalinas de Bora en lo más profundo de su corazón anhelaba casarse con el joven Martín Lutero o con Nicolás von Amsdorf. Lutero sentía que no era un buen candidato para casarse con la joven, debido a que había sido excomulgado por el Papa, además de ser perseguido por el Emperador.

BIOGRAFÍA DE MARTÍN LUTERO

Fue a mediados del mes de junio del año 1525, cuando algunos de los más cercanos amigos de Martín Lutero, informaron acerca de las verdaderas intenciones que tenía él de casarse con la joven Catalina. Con el objetivo de evitar cualquier objeción por parte de sus amigos, actuó con rapidez en la mañana del martes 13 de junio de 1525, fecha en la que se casó legalmente con Catalina, a quién comenzó a llamar por cariño “Kary”.

Una vez se casó con Martín Lutero, Catalina se va a vivir en la misma casa de quién ahora sería su marido. La residencia de la pareja estaba ubicada en el antiguo monasterio agustino en Wittenberg, y a partir de ese entonces empezaron a formar una familia. El matrimonio logró contraer un total de tres hijos y tres hijas, quienes fueron llamados de la siguiente manera:

  • Johannes (Nació el 7 de junio de 1526) Él estudió leyes y llegó a ser funcionario de la corte. Murió en 1575
  • Elizabeth (Nació el 10 de diciembre de 1527) Murió prematuramente el 3 de agosto de 1528
  • Magdalena (Nació el 5 de mayo de 1529) Su muerte ocurrió en los brazos de su padre un 20 de septiembre de 1542, un momento bastante duro tanto para Lutero como para Catalina.
  • Martín (Nació el 9 de noviembre de 1531) Estudió Teología, sin embargo nunca tuvo un llamado pastoral regular antes de su muerte en 1565.
  • Paul (Nació el 28 de enero de 1533) Él estudió medicina, tuvo seis hijos y falleció el 8 de marzo de 1593, continuando la línea masculina de la familia de Lutero mediante Juan Ernesto, que se extinguiría en 1759.
  • Margaretha (Nació el 17 de diciembre de 1534) Se casó con el noble prusiano George von Kunheim, pero su muerte ocurrió a muy temprana edad, cuando apenas tenía 36 años. Es el único linaje de Lutero que se mantiene hasta la actualidad.

La guerra del Campesinado

La Biografía de Martín Lutero señala que entre la década de 1524 y 1525 tuvo lugar la llamada Guerra o revuelta de los campesinos, una respuesta a la doctrina luterana, que influyó considerablemente en la clase trabajadora más vulnerable y de bajos recursos, conformada en su gran mayoría por campesinos. Los miembros de dicha clase obrera retó de forma directa la autoridad que los nobles tenían sobre estos.

La guerra de los campesinos se había generado a pequeña escala desde el siglo XIV, sin embargo desde ese momento una gran parte de los campesinos creían de forma equivocada que los ataques de Martín Lutero a la Iglesia y la jerarquía de la misma simbolizaban que los reformadores les brindaron colaboración en su ataque a las clases dominantes.

Debido a que el grupo de los sublevados percibía lazos profundos entre los príncipes seculares y los príncipes de la Iglesia, entendía de manera errónea que Martín Lutero, al condenar a los segundos, de igual manera condenaba a los primeros. Los conflictos enmarcados dentro de la Guerra del Campesinado tuvieron inicio en la década de 1524 en zonas como Suabia, Franconia y Turingia.

La guerra logró el respaldo entre los campesinos y nobles afectados, la mayoría de ellos tenían grandes deudas en ese periodo. Una vez que Thomas Müntzer tomó la responsabilidad de dirigir el movimiento, las discordias acabaron en una peligrosa guerra, que jugó un rol fundamental en la fundación del movimiento conocido como anabaptista.

En un primer momento, la Biografía de Martín Lutero dice que se mostraba a favor de los campesinos o al menos eso era lo que transmitía. En ese lapso el dirigente se caracterizó por rechazar las prácticas opresivas de la nobleza que habían promovido a muchos campesinos a rebelarse.

Tomando en cuenta la dependencia que Martín tenía en el apoyo y la protección de los príncipes y la nobleza, tenía temor de disponerlos en su contra. En ese tiempo Lutero escribió “Contra los campesinos asaltantes y asesinos”, específicamente en la década de 1525. Por medio de ese escrito incentivaba a la nobleza a que castigara de manera rápida y sangrienta a todos los campesinos.

Una buena parte de los revolucionarios coincidieron en calificar la postura de Martín Lutero de traicionera, mientras que otro grupo desistió al percatarse de que no existía respaldo ni de la Iglesia ni de su contrincante principal. El conflicto en Alemania finalizó en el año 1525, una vez que las fuerzas rebeldes fueron masacradas por los ejércitos de Felipe I de Hesse y de Jorge de Sajonia en la batalla de Frankenhausen.

En la batalla de Frankenhausen, según cálculos extraoficiales, fueron asesinados más de seis mil sublevados, mientras que durante el transcurso de todo el conflicto fueron más de ciento treinta mil los sublevados que fallecieron de acuerdo a diversas estimaciones.

La Biblia alemana de Lutero

Uno de los grandes aportes que realizó, según la Biografía de Martín Lutero fue la traducción que hizo a la Biblia al idioma alemán. Cuando él logró llevar la Santa Palabra de Dios a dicho idioma, una gran parte de los miembros de la sociedad era analfabeta, lo que significó un proceso bastante complicado tanto para él como para los miembros de la Iglesia.

BIOGRAFÍA DE MARTÍN LUTERO

Para ese momento sobre la Iglesia reposaba todo el poder del conocimiento debido a que la mayoría de quienes pertenecían a sus filas eran personas que sabían leer y tenían muchos conocimientos en diversas áreas, llegando a recibir una educación privilegiada, todo lo contrario a la sociedad analfabeta que adquiere sus conocimientos por medio de la transmisión oral, la memorización y la repetición de los textos bíblicos.

Según la Biografía de Martín Lutero, es a éste personaje a quién se le atribuye el privilegio de materializar el acceso a la Palabra de Dios en alemán respaldado en el uso de la imprenta, facilitando la propagación del protestantismo, sin embargo es importante señalar que Lutero no está considerado como el primero en imprimir la Santa Palabra de Dios al alemán, la cual tradujo de un manuscrito sagrado a la lengua materna de esa nación.

Fue así como separó la Iglesia católica del pueblo alemán, y promovió la reforma protestante, la cual sucedió debido a la impresión de la Biblia que Lutero había traducido. La finalidad de Martín Lutero era que el pueblo analfabeta pudiera tener mayor acceso, de forma más directa, a la fuente en lengua vernácula sin la necesidad de conocimientos de latín, haciendo posible la interpretación libre de los textos sagrados.

Según expresa la Biografía de Martín Lutero, él comenzó a realizar la traducción de la Palabra de Dios al alemán mientras estuvo recluido en el Castillo de Wartburg en el año 1521. Una vez que la tradujo al latín medieval, Lutero procedió a traducir la Biblia al griego para tiempo después llevarla al idioma alemán, una de sus más significativas traducciones.

Para poder traducir la Biblia al alemán, Martín Lutero tuvo que buscar ayuda en muchos diccionarios en griego, latín, hebreo y alemán. La intención inicial que tenía Lutero era poder traducir la Palabra de Dios del griego al alemán, con la finalidad de hacerlas aún más accesibles al pueblo. En un primer momento, sólo tradujo el contenido del Nuevo Testamento.

En la Biografía de Martín Lutero se indica que tradujo primeramente el Nuevo Testamento debido a que los textos originales del mismo no estaban escritos en latín o en griego. Es importante destacar que el contenido del Antiguo Testamento estaba escrito en hebreo y arameo (idiomas que carecen de vocales en el sistema escrito; compuesto por letras consonantes).

BIOGRAFÍA DE MARTÍN LUTERO

Martín Lutero se inspiró también en una edición griega del Nuevo Testamento que en principio fue redactada en griego por el humanista y teólogo Erasmo de Róterdam, también conocido en español como Erasmo de Rotterdam. Ese texto, tiempo después, fue denominado Textus Receptus.

Dice la Biografía de Martín Lutero que en medio de su traducción, él tuvo la oportunidad de recorrer diferentes pueblos y mercados cercanos con el objetivo de indagar aún más en el dialecto común empleado en la lengua alemana. Lutero se sentaba a conversar con las personas para escuchar su forma de hablar y de esa manera poder transcribir en lenguaje coloquial.

De hecho se puede evidenciar que Martín Lutero incorporó “elementos sintácticos y estilísticos cultos, pero sin perder la vena expresiva popular”. Finalmente la traducción de la Biblia al idioma alemán realizada por Lutero se publicó en el mes de septiembre de 1522, lo que desató una gran revolución dentro de la Iglesia católica. Lutero le dedicó la Biblia alemana a Federico El Sabio, por quién sentían gran admiración y respeto.

En la Biografía de Martín Lutero también se deja en evidencia su mala percepción a ciertos libros de la Biblia, entre ellos el libro de Ester, Hebreos, Santiago, Judas y hasta el propio libro del Apocalipsis. En el caso del libro de Santiago, Lutero llegó a referirse a él como una “epístola de paja”, encontrando que era muy poco lo que apuntaba a Cristo y su obra salvadora.

Su rechazo también fue evidente ante el libro del Apocalipsis y dijo en una ocasión que dicho libro no podía “de ninguna forma detectar que el Espíritu Santo lo haya producido”. Martín Lutero afirmaba tener motivos para cuestionar los libros antes mencionados, alegando que la Iglesia Primitiva los describe como antilegomena, lo que significaba que no eran aceptados sin reservas, al contrario que los canónicos.

Más allá de toda su mala percepción respecto a los libros antes mencionados, Martín Lutero en ningún momento suprimió dichas epístolas de sus traducciones, ni siquiera de su traducción alemana. Lutero incluyó como apócrifos aquellos pasajes que encontrándose en la Septuaginta griega, no lo estaban en los textos masoréticos disponibles en aquel entonces.

También es oportuno aclarar que la traducción de la Biblia realizada por Martín Lutero incluye el texto íntegro de 14 de estos documentos:

  • La oración de Manasés
  • Tobías
  • Judit
  • El Resto de Ester
  • Sabiduría
  • Eclesiástico
  • Baruc
  • La oración de Azarías
  • El Cántico de los Tres Jóvenes
  • La historia de Susana
  • La historia de Bel
  • La historia del Dragón
  • Macabeos
  • 2 Macabeos

Precisamente es ésta traducción de Martín Lutero la que por lo general utilizan en la Iglesia luterana, y los anabaptistas (congregados en granjas comunitarias rurales). Ciertamente siglos después salieron a la luz nuevas ediciones desprovistas de ellos en demanda de grupos protestantes tardíos, así como ediciones católicas conservando los libros.

Según expresan ciertos investigadores, la traducción completa de la palabra de Dios al alemán por parte de Martín Lutero, en la que se incluye la traducción del Antiguo Testamento, salió publicada por primera vez en la década de 1534 en seis tomos y fue producto del esfuerzo común realizado entre Lutero, Johannes Bugenhagen, Justus Jonas, Caspar Creuziger, Philipp Melanchthon, Matthaus Aurogallus y George Rorer.

Con el transcurrir de los años, Lutero siguió realizado algunos cambios a su traducción original, con la firma intención de irla perfeccionando, trabajo que fue tomado como referencia para la edición publicada en 1546, año en el que ocurre la muerte de Martín Lutero.

Tal y como se ha dicho anteriormente, la labor de traducción de Martín Lutero ayudó a estandarizar al alemán del Sacro Imperio, lo que ayudaría la unificación de la nación alemana en el siglo XIX y es considerado como uno de los pilares de la literatura alemana. Dicha edición sobresalía por tener 117 grabados o ilustraciones del reconocido pintor y grabador Lucas Cranach el Viejo, amigo de Lutero, y fue impresa en Wittenberg en 1534.

Martín Lutero en su Comentario sobre San Juan reconoció que habían recibido la Biblia por medio de la Iglesia católica: «Estamos obligados a reconocer a los papistas que son ellos los que tienen la Palabra de Dios, que la hemos recibido de ellos, y que sin ellos no tendríamos ningún conocimiento de esta».

Transformaciones en la liturgia y el gobierno de la iglesia

En la Biografía de Martín Lutero también se enseña que él revisó la liturgia en su Deutsche Messe (Misa Alemana) en el año 1526, a través de la cual propuso cómo debían celebrarse las misas diarias y la catequesis. Lutero, a pesar de esto, también mostró su rechazo a una nueva ley de formas e instó a que permanecieran las otras liturgias.

Ciertamente Martín Lutero respalda la libertad cristiana en estas materias, pero al mismo tiempo se mostraba a favor de mantener y establecer uniformidad litúrgica entre aquellos que compartían la misma fe en un área dada. Observó en la Uniformidad litúrgica una expresión física de unidad en la fe, mientras que la variación litúrgica era un posible indicador de variación doctrinal.

Para Lutero el cambio litúrgico no representaba para nada una virtud, sobre todo cuando era realizado por ciudadanos o congregaciones, debido a que le complacía conservar y reformar lo que la iglesia había heredado del pasado. Lutero conservó el bautismo de infantes, por tradición, en contra de la oposición anabaptista la cual solo admitía el bautismo de adultos, por lo que condenó a sus militantes.

Las transformaciones en la liturgia planteada por Martín Lutero no influyó en ciertos elementos, por ejemplo en los cuadros y adornos que estaban colgados dentro de las iglesias, los cuales permanecieron allí, especialmente aquellos que fueron pintados por Lucas Cranach el Viejo, quién para ese entonces era uno de los más cercanos amigos de Lutero.

De acuerdo a lo que expresaba Martín Lutero, las imágenes de los santos no tenían nada de malo, asegurando que todo dependía de la actitud de cada creyente, es decir, alegaba que los cuadros y retratos dentro de los iglesias podían llegar a ser hasta educativos e inspirativos, aclarando en todo momento que éstas imágenes no tenían por qué ser adoradas por los creyentes.

La transformación gradual de la administración del bautismo ocurrió en el Büchlein (Cuadernillo Bautismal) entre los años 1523 y 1526. En la década de 1525, específicamente en el mes de mayo, se desarrolló en la localidad de Wittenberg, la primera ordenación evangélica. Hasta ese entonces, Lutero se había opuesto categóricamente a la visión católica de la ordenación como un sacramento.

Según lo que revela la Biografía de Martín Lutero, solo bastaba con un servicio de ordenación, con la imposición de manos, acompañado de una oración en un servicio congregacional solemne. Lutero también tuvo que trabajar en la sustitución de las más altas autoridades dentro de las iglesias debido a que fueron pocos los obispos que se atrevieron a adoptar la doctrina reformadora en tierras alemanas.

Ante ese escenario, Martín Lutero estableció que a partir del año 1525, las autoridades eclesiásticas deberían tomar parte en la administración de la iglesia, aunque es importante señalar que dichas actividades no eran responsabilidad directa únicamente de las autoridades seculares, sino que Lutero ordenó que parte del trabajo recayera en manos de un episcopado evangélico.

Fue así cómo, según la Biografía de Martín Lutero, propuso en el año 1524 que los príncipes evangélicos sólo debían ser “obispos de urgencia” y preconiza que los poderes eclesiásticos pudieran ser ostentados por congregaciones cristianas, si bien decidió esperar el curso de los hechos y ver qué hacían los párrocos y estudiosos para que descubrieran por sí mismos cuáles eran las personas apropiadas.

Lutero realizó un importante viaje en la década de 1527-29 a la localidad de a Sajonia y fue durante esa travesía donde pudo evidenciar de primera mano que tanto los párrocos como los estudiosos del momento no estaban en la capacidad de asumir tal responsabilidad, por lo que consideró que era necesario que se mantuvieran las estructuras eclesiásticas tal y como fueron diseñadas al principio de la Reforma.

Desde siempre, Martín Lutero se mostró a favor de la educación, de hecho durante sus diálogos con George Spalatin en 1524, se propuso la creación de un sistema escolar, declarando que era responsabilidad de las autoridades civiles fundar nuevos centros educativos, además de velar porque los padres enviará a sus hijos a estudiar en dichos centros. Lutero además apoyaba el establecimiento de escuelas primarias para la educación femenina.

La realidad dentro de las iglesias luteranas situadas en Escandinavia y en otros estados bálticos fuera diferente. Estas iglesias decidieron mantener el Episcopado Apostólico y la sucesión apostólica, incluso aquellas que habían adoptado la teología antipapista de Martín Lutero.

Visiones eucarísticas y controversias

Para nadie es un secreto que la eucaristía pasó a ser uno de los temas más tocados e importantes dentro de la historia de vida de Martín Lutero. A lo largo de su transitar se mostró en contra de la doctrina católica de la transubstanciación, aunque mantenía la presencia real del cuerpo y la sangre de Cristo bajo el pan y vino en las eucaristías.

Coincidía en el valor que la iglesia católica le da al pan y su vinculación con el cuerpo de Cristo Jesús, así mismo con el significado del vino y su relación con la sangre derramada por Jesús en la cruz. Lutero sintetizó sus creencias sobre el tema en su Catecismo Menor al escribir:

“¿Qué es el Sacramento del Altar? Es el verdadero cuerpo y sangre de nuestro Señor Jesucristo en el pan y el vino, entregado a nosotros cristianos para comer y beber, instituido por Cristo mismo”.

Negándose a definir el ministerio de la Eucaristía con conceptos como la consubstanciación, Martín Lutero empleó la analogía patrística de la doctrina de la Unión Personal de dos naturalezas en Jesucristo para ilustrar su doctrina eucarística “por analogía del hierro puesto en el fuego donde ambos, fuego y hierro, unidos en el hierro al rojo vivo, se mantienen a pesar de todo sin cambio”, concepto que denominó Unión Sacramental.

Es importante destacar que la doctrina practicada por Martín Lutero tenía grandes diferencias a las doctrinas de otros dirigentes como Carlstadt, Zuinglio, Leo Jud y Ecolampadio, quienes rechazaban la presencia real. En el caso de Carlstadt, Zuinglio y Ecolampadio, sus doctrinas tenían visiones distintas respecto a lo estipulado por Jesucristo:

Por ejemplo Carlstadt interpretaba el “Esto” de “Esto es mi cuerpo” como la acción de Cristo apuntando a sí mismo. Por su parte Zuinglio interpretaba el “es” como “significa” y Ecolampadio interpretaba “mi cuerpo” como “un signo de mi cuerpo”. De hecho Lutero le respondió en una ocasión a Ecolampadio a través del prefacio de Syngramma Suevum (Escritos Suabos)

Expuso sus apreciaciones en el Sermón von der Sakramente... Wider die Schwarm Geister (Sermón e el Sacramento... Contra los Espíritus Fanáticos) y en Dass diese Worte... noch feststehen (Estas Palabras... Todavía se Mantienen Firmes), y más exhaustivamente en Vom Abendmahl Christi Bekenntnis (Confesión con respecto a la Cena del Señor – 1528).

Tomando en cuenta los riesgos que representaban las medidas tomadas durante la Segunda Dieta de Espira en el año 1529 en contra del protestantismo y a la coalición del Emperador con Francia y el Papa, el Landgrave Felipe anhelaba una unión de todos los reformistas, sin embargo Lutero se mostró en contra de todo tipo de uniones que ayudará a la herejía, aunque aceptó la invitación del Landgrave a acudir a un coloquio en Marburgo para resolver las materias en controversia.

Durante la Dieta de Espira celebrada el 19 de abril de 1529, 19 delegados, cinco príncipes y 14 ciudades protestaron contra la derogación de la tregua de tolerancia acordada en la Dieta de Worms y por eso se les denominó protestantes a los partidarios de Lutero. En Marburgo, Lutero se enfrenta a Ecolampadio, mientras que Melanchthon fue antagonista de Zuinglio.

Ciertamente el encuentro se desarrolló en buenos términos, tanto así que alcanzaron las mismas opiniones en diferentes áreas, sin embargo no fue posible lograr un acuerdo en la Eucaristía. Martín Lutero se opuso rotundamente a llamar a sus oponentes “hermanos”, aunque les desea paz y amor.

De acuerdo a lo que expresa la Biografía de Martín Lutero, él pensaba que Dios había colocado un velo en los ojos de Zuinglio y por esa razón éste no alcanzaba observar la doctrina verdadera de la Cena del Señor. Con su habitual estilo polémico, Lutero denunció a Zuinglio y sus seguidores denominándolos “fanáticos y demonios”.

Los propios príncipes acordaron respaldar los Artículos de Schwabach, avalados por Lutero como una condición para la alianza con él.

Las bases de Lutero en materia de doctrina eucarística partían del entendimiento simple y directo de las palabras de Jesús, si bien daba relevancia al sacrificio corporal de Cristo y al hecho de ofrecer ese mismo cuerpo a los comulgantes en la Eucaristía.

Zuinglio llegó a desistir por completo de la posibilidad de la presencia real por la incapacidad de la naturaleza humana de Cristo para bilocarse, ante lo cual Martín Lutero reafirmó la integridad de la unión hipostática y dijo:

“Cristo no está dividido y dondequiera que esté es Dios, incluso como hombre”

Para eso, Martín Lutero citaba como evidencia los tres modos de la presencia planteados por Guillermo de Ockham: “local, circunscrita” (estando en un lugar a la vez, ocupando espacio y teniendo peso), “definitiva” (desligado del espacio pero estando donde se precise) y “receptiva” (llenando todos los espacios a la vez) para introducir la probabilidad de que el cuerpo y la sangre de Cristo están realmente presentes en la Eucaristía.

Martín Lutero alegaba que la comunión por sí sola no era suficiente sino que era necesaria la fe en todo momento. Hizo hincapié en que los impíos e incluso las bestias que toman y beben los elementos consagrados, comen y beben la sangre y el cuerpo de Cristo, pero el beber y comer “indignamente” les sería juzgado (1 Corintios 11:29).

En el fondo, Lutero no compartía la visión de que la Eucaristía fuese solo una simple conmemoración, reconoció la existencia de una dimensión conmemorativa. Respecto a los resultados del sacramento en los fieles, traía a la memoria las palabras “fue entregado por todos vosotros”, resaltando de forma especial en la expiación y en el perdón mediante la muerte de Jesucristo.

Los Catecismos Menor y Mayor

De acuerdo a lo que se indica en la Biografía de Martín Lutero, éste fue encomendado en el año 1528 a una misión importante de la mano de Federico III, quién lo envió a visitar las diferentes iglesias locales con el objetivo de observar cómo era la calidad educativa cristiana que estaban recibiendo las personas, especialmente las clases campesinas.

Martín Lutero escribió en el prefacio del Catecismo Menor:

“¡Piedad! ¡Buen Dios! ¡Qué miseria tan abundante he observado! La gente común, especialmente en las villas, no tiene conocimiento de ninguna doctrina cristiana, y muchos pastores unidos son incapaces e incompetentes para enseñar”

Como una acción ante ello, la Biografía de Martín Lutero dice que él elaboró los Catecismos Menor y Mayor; materiales de instrucción y devoción que Lutero describió como los fundamentos de la fe cristiana, entre los que se encontraban los Diez Mandamientos, el Credo apostólico, el Padrenuestro, bautismo, confesión y absolución, la eucaristía y oraciones.

En el caso del Catecismo Menor, el instrumento estaba dirigido especialmente a las personas más sencillas y comunes, mientras que el Catecismo Mayor estaba dirigido sobre todo a los pastores.

La Dieta de Augsburgo y la cuestión de la resistencia civil

El ambiente político cambió por completo tras la aparición de un enemigo común a todo el Sacro Imperio (el ejército turco). Desde ese entonces Carlos V tenía la firme intención de alcanzar la unidad para de esa manera poder hacer frente a la nueva amenaza surgida. Por esa razón convocó en el año 1530 la Dieta de Augsburgo, con la finalidad de aclarar de manera definitiva la relación del Imperio con el protestantismo.

Mientras todo eso sucedía, Martín Lutero, quién era un prófugo del Imperio, estaba a salvo en Coburgo, desde donde escribió el discurso de Melanchthon ante el Emperador. Lutero se abstuvo de mantener una actitud autoritaria, sin embargo no le agradó la delicadeza y la cautela de Melanchthon, porque este no llegó a plantear cambios doctrinales, salvo el de la abolición del papado.

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El emperador, amenazado por la guerra en contra de los turcos y contra la Liga de Esmalcalda (un ejército organizado por los príncipes en defensa del protestantismo), logró alcanzar la unidad a través de la “Paz de Núremberg” de 1532, que retrasaba la solución definitiva del problema hasta que se celebrara un Concilio General.

Desde el momento en que se celebró la Dieta de Espira en el año 1529, el conflicto se había transformado en algo de gran importancia. La cuestión radicaba en que la Dieta de Espira había decidido en 1526 que de ninguna manera aceptaría la imposición del Edicto de Worms, que permitía matar a Lutero sin miedo a sanciones.

La Dieta de Espira también consagra la tolerancia religiosa bajo el lema Cuius regio, eius religio (es decir, A cada región la religión de su Señor). Otra vez en la Dieta de Espira de 1529, y tomando en cuenta las intenciones que tenían los católicos por eliminar la tolerancia adoptada en 1526, los reformistas emitieron una airada queja de protesta, motivo por el cual se les llama desde entonces “protestantes”:

Ahora la Paz de Nuremberg establecía la aceptación de los reformistas en el seno del Imperio. Esta situación se vio forzada por la situación política del momento, debido a que si el Emperador se oponía a la paz, los príncipes se verían legitimados para realizar o apoyar una resistencia armada contra Carlos V, cuyo poder iniciaba a estar fuertemente amenazado por los turcos.

Dicho escenario político tuvo su dimensión teológica en la denominada cuestión de la desobediencia civil. Hasta ese momento, Martín Lutero aseguraba que de ninguna manera él iba a desobedecer al Emperador, incluso si su decisión era errada. Fue así como mostró su rechazo a cualquier tipo de unión entre los príncipes, bien sea ofensiva o defensiva.

Lutero fue fiel a su posición en todo momento, incluso ante la Liga de Esmalcalda, sin embargo, tiempo más tarde su postura fue cambiando progresivamente cuando oyó la opinión de juristas que alegaban que, en los casos de notoria injusticia pública, las propias leyes imperiales otorgaban derecho de resistencia.

La Biografía de Martín Lutero expresa que en la década de 1531, el dirigente aceptó la posibilidad de adoptar la desobediencia civil en su escrito Warnung an die lieben Deutschen (1531), siempre y cuando se efectuará “por las causas correctas”. Luego, en unas cartas que redactó en el año 1539, el propio Lutero se retractó de dichas afirmaciones.

La participación de Martín Lutero en el contexto político sirvió para que se desataran muchas polémicas en torno a su vida. Se dijo que, sí suele afirmarse que Maquiavelo y los humanistas buscaron emancipar a la política de la teología, Lutero y los primeros reformadores pretendieron emancipar a la teología de la política, despolitizando la religión. No obstante, fue gracias a eso que Martín Lutero quedó convertido “forzosa y paradójicamente” en un pensador político:

"Ello ha supuesto una reafirmación del poder estatal en la que la clave reside en que la autoridad secular no se inmiscuya en los dominios del alma («al alma no debe ni puede mandarla nadie»), del mismo modo que la autoridad religiosa no debe inmiscuirse en las leyes civiles (las del «cuerpo y los bienes»).

Lutero y los judíos

La Biografía de Martín Lutero resalta el hecho de que el joven siempre se caracterizó a lo largo de sus años de vida por emitir comentarios en torno a los judíos, tanto así que sus opiniones han llegado a ser consideradas como antisemitismo racial por algunas personas, mientras que otros las califican como opiniones religiosas. En otros casos como antijudaísmo. Lo cierto es que siempre se involucró con la comunidad judía, directa o indirectamente.

De acuerdo a lo que revela la Biografía de Martín Lutero, en los primeros años de su carrera, el joven tenía la firme convicción de que la comunidad judía no creía e la figura de Jesús, debido a las constantes equivocaciones cometidas por los cristianos y de la proclamación de lo que para él era un evangelio impuro.

Sugería que responderían favorablemente al mensaje evangélico si se les presentaba de la forma adecuada. Cuando descubrió que no era así, procedió a hacerles la lucha a los judíos, con quienes comenzó a tener notables diferencias o al menos así se deja en evidencia a través de algunos de sus más destacados escritos.

Por ejemplo en el año 1543 salió a la luz su escrito llamado Von den Juden und ihren Lügen (Sobre los judíos y sus mentiras), por medio del cual Martín Lutero propuso la necesidad de emprender acciones en contra de la comunidad judía, entre ellas, la quema y destrucción de sus sinagogas, además de considerar oportunidad la destrucción de sus libros de oración.

En ese escrito Lutero también proponía la prohibición de predicar a los rabinos “aplastar y destruir” sus casas, incautarse de sus propiedades, confiscar su dinero y obligar a esos “gusanos venenosos” como los llamada, a hacer trabajos forzados o expulsarlos definitivamente. De acuerdo a la opinión del Dr. Robert Michael, parece que Lutero también se mostraba a favor del asesinato de judíos.

Lo cierto es que dicho escrito realizado por Martín Lutero se convirtió en uno de sus más polémicos y controversiales debido a que dejaba ver su conducta agresiva y violenta contra los judíos. Fue a través de éste texto que él solicitaba de forma clara a los estados alemanes actuar en contra de la comunidad judía, teniendo como referencia los siguientes puntos:

"¿Qué debemos hacer, nosotros cristianos, con los judíos, esta gente rechazada y condenada? Dado que viven con nosotros, no osamos tolerar su conducta ahora que estamos al tanto de sus mentiras, sus injurias y sus blasfemias… En primer lugar, debemos prender fuego a sus sinagogas o escuelas y enterrar y tapar con suciedad todo lo que no prendamos fuego, para que ningún hombre vuelva a ver de ellos piedra o ceniza.

Esto ha de hacerse en honor a nuestro Señor y a la cristiandad, de modo que Dios vea que nosotros somos cristianos y que no aprobamos ni toleramos a sabiendas tales mentiras, maldiciones y blasfemias a su Hijo y a sus cristianos… En segundo lugar, también aconsejo que sus casas sean arrasadas y destruidas.

Porque en ellas persiguen los mismos fines que en sus sinagogas… En tercer lugar, aconsejo que sus libros de plegarias (sidurim) y escritos talmúdicos, por medio de los cuales se enseñan la idolatría, las mentiras, mal

diciones y blasfemias, les sean quitados… En cuarto lugar, aconsejo que de ahora en adelante se les prohíba a los rabinos enseñar sobre el dolor de la pérdida de la vida o extremidad… En quinto lugar, que la protección en los caminos sea abolida completamente para los judíos.

No tienen nada que hacer en las afueras de las ciudades dado que no son señores, funcionarios, comerciantes, ni nada por el estilo… En sexto lugar, aconsejo que se les prohíba la usura, y que se les quite todo el dinero y todas las riquezas en plata y oro, y que luego todo esto sea guardado en lugar seguro...

En séptimo lugar, recomiendo poner o un mayal o un hacha o una azada o una pala o una rueca o un huso en las manos de judíos y judías jóvenes y fuertes y dejar que coman el pan con el sudor de su rostro, como se le impuso a los hijos de Adán."

La agresiva postura adoptada por Martín Lutero en contra de los judíos provocó, entre otras cosas, que varios eruditos evaluarán el trabajo de Lutero bajo una nueva perspectiva. Entre ellos se puede hacer referencia al historiador de origen británico Paul Johnson, quién opinó acerca del escrito “Sobre los judías y sus mentiras” que fue el “Primer trabajo del antisemitismo moderno y un paso gigantesco en el camino hacia el Holocausto”:

El polémico texto de Martín Lutero también sirvió de referencia para los nazis, quienes lo citaron para justificar la denominada “Solución Final”. Existen algunos estudiosos como Simón y Schuster que han atribuido el Shoá u Holocausto directamente al antijudaísmo de Martín Lutero. También están las opiniones de otros estudiosos, entre ellos Uwe Siemon-Netto, quienes se oponen al punto de vista antes mencionado, alegando que se trata simplemente de una distorsión histórico.

Para nadie es un secreto que éste tema puede estar sujeto a debate, aún más tomado en cuenta el gran peso histórico y religioso que tiene la obra de Martín Lutero. No obstante, resulta imposible negar que para los filósofos del nazismo, las ideas del reformador allanaron el camino para la creación de los campos de exterminio. Durante el juicio de Núremberg, el general de la SA, Gauleiter de Franconia y Editor del periódico Der Stürmer, Julius Streicher defendió su causa cuando se le cuestionó por el antisemitismo de sus artículos, diciendo: “

“Publicaciones antisemitas han existido en Alemania durante siglos. Por ejemplo, un libro que yo tenía, y a la postre confiscado, fue escrito por el Dr. Martín Lutero. Si este libro hubiera sido tomado en consideración por la fiscalía, seguramente hoy el Dr.

Martín Lutero estaría en mi lugar en el banquillo de los acusados. En este libro, “Los judíos y Sus Mentiras”, el Dr. Martín Lutero describe a los judíos como hijos de víbora y recomienda prender fuego a sus sinagogas y destruirlos.” La fiscalía difícilmente pudo rebatir tales pruebas

A partir del año 1980, miembros pertenecientes a la iglesia Luterana comenzaron a denunciar de manera legal cada uno de los textos antisemitas realizados por Martín Lutero. En el mes de noviembre del año 1998, durante la conmemoración del 60 aniversario de la Kristallnacht o la “Noche de los Cristales Rotos”, la iglesia Luterana de Baviera ofreció el siguiente comunicado:

"Es imperativo para la Iglesia Luterana, la cual ella misma está en deuda con la obra y tradición de Martín Lutero, tomar seriamente sus pronunciamientos antijudíos, reconocer su influencia teológica, y reflexionar sobre sus consecuencias para así distanciarse de cada expresión de antijudaísmo dentro de la teología luterana"

Lutero con respecto a la brujería y magia

La Biografía de Martín Lutero destaca que el joven siempre mostró su contundente rechazo a cada una de las prácticas relacionadas con la brujería y la magia, llegando a considerar dichas prácticas como antagónica al cristianismo. Por esa razón era que las personas que practicaban la brujería eran sometidas a fuertes persecuciones, tanto en los territorios católicos como en los protestantes.

También se llegó a mencionar que Martín Lutero compartía algunas de las supersticiones relacionadas con la brujería, las cuales eran comunes en su tiempo, entre ellas, la creencia de que las brujas, con la ayuda del demonio, podían robar la leche simplemente al pensar en una vaca. En su Catecismo Menor, Lutero asegura que la brujería es un pecado contra el segundo gran mandamiento.

Otros escritos de Lutero

La Biografía de Martín Lutero hace alusión directa a cada uno de los escritos que logró realizar el dirigente religioso a lo largo de su carrera. Aunque no se sabe a ciencia cierta cuantos escritos elaboró, es verdad que la lista atribuida a Lutero es bastante elevada. Algunos investigadores de la carrera de Lutero coinciden en decir que muchas de tales obras fueron al menos esbozadas por algunos de sus amigos, como Melanchthon.

La popularidad de Martín Lutero les daba una audiencia potencial mayor que la hubieran obtenido de ser publicados bajo los nombres de sus verdaderos autores. Una de las colecciones más emblemáticas que tuvo la oportunidad de escribir Lutero fue Weimar Ausgabe (Edición de Weimar), la cual está conformada por 101 volúmenes infolio, aunque solo una fracción de estos escritos ha sido traducida.

En los textos de Martín Lutero se tocan diversos temas, sin embargo en algunos de ellos el autor explica claramente cómo se establecieron las epístolas con su canonicidad, hermenéutica, exégesis y exposición, y muestran cómo se integran los libros de la Biblia entre sí. Entre algunos de sus textos podemos destacar los escritos sobre la Epístola a los Gálatas.

En dicho texto, Lutero compara a sí mismo al Apóstol Pablo en su defensa del Evangelio (por ejemplo, el comentario en Lutero y la Epístola a los Gálatas). Martín Lutero también realizó escritos relacionados con la administración civil y eclesiástica y sobre el hogar cristiano.

Hubo una característica que sobresalía en los escritos realizados por Martín Lutero a lo largo de sus años de carrera y era el factor polémico. No se puede negar que la mayoría de sus textos resultaron controversiales, en parte porque cuando le apasionaba un tema llegaba a insultar de manera frontal a sus oponentes, despertando polémica entre ambas visiones.

Tal y como ocurrió con buena parte de los reformadores de la época, Martín Lutero era considerado como un escritos intolerante hacia otras creencias y prácticas religiosas, así mismo con los puntos de vista que no eran igual a los suyo y esto puede haber exacerbado a la Reforma protestante en Alemania.

Último viaje de Lutero y muerte

En la Biografía de Martín Lutero se dice que él llevó a cabo su último viaje a Mansfeld motivado, principalmente, por la gran preocupación que sentía por las familias de sus hermanos y hermanas, quienes continuaban en la mina de cobre de Has Lutero, amenazada por las intenciones del Conde Albrecht de Mansfeld de dominar esa industria para su beneficio personal.

La polémica implicó a los cuatro condes de Mansfeld: Albrecht, Philip, John George y Gerhard. Martín Lutero se vio en la necesidad de viajar al menos dos veces durante finales del año 1545 con la finalidad de participar en las negociaciones para de esa manera trata de alcanzar un acuerdo definitivo y hallar una solución al conflicto.

Lutero además tuvo que hacer un tercer viaje, a comienzos del año 1546, donde finalmente pudo completar el acuerdo. El 23 de enero, Lutero abandonó Wittenberg acompañado por sus tres hijos. Las negociaciones concluyeron con éxito varios días después, específicamente el 17 de febrero. Ese día, en horas de la noche, Lutero comenzó a sentirse mal de salud.

De acuerdo a lo que indica la Biografía de Martín Lutero, sus dolores comenzaron en el área del pecho. Por el dolor decidió irse a dormir, no sin antes elevar una oración a Dios que decía:

«En tus manos encomiendo mi espíritu; me has redimido, oh Señor, fiel Dios»

Horas más tarde, específicamente a la una de la madrugada, Martín Lutero volvió a despertar, ésta vez el dolor era aún más fuerte en su pecho, por lo que tuvo que ser envuelto en toallas calientes. Ya para ese momento, Lutero sabía que estaba próximo a partir del plano terrenal, por lo que agradeció a Dios por haberle revelado a su hijo, en quién él había creído. Sus amigos Justus Jonas y Michael Coelius gritaron:

 «Reverendo padre, ¿está listo para morir confiando en su Señor Jesucristo y confesando la doctrina que enseñó en su nombre?» A lo que Martín Lutero respondió un claro y conciso: Si

La muerte del gran Martín Lutero quedó registrada el 18 de febrero del año 1546 a las dos y 45 de la madrugada. El fallecimiento ocurrió en Eisleben, la ciudad donde nació. Fue sepultado en la Iglesia del Palacio de Wittenberg, cerca del púlpito.

Su legado

Nadie puede poner en duda el gran legado que dejó Martín Lutero entre las generaciones futuras que decidieron continuar su mismo camino. A lo largo de sus años de vida, Lutero se caracterizó por trabajar a favor de los más necesitados, mostrando siempre su compromiso de llevar el mensaje de Dios de forma correcta y ajustada a lo establecido en La Biblia.

En la Biografía de Martín Lutero reseña que, entre sus más destacados aportes realizados, estuvo la Reforma Protestante, de la cual es considerado el artífice principal. A través de dicha reforma, Lutero logró obtener un papel mucho más destacado que otros grandes reformadores de la época. La imprenta también jugó un rol destacado dentro de su carrera.

Fue gracias a la imprenta que Martín Lutero alcanzó niveles de popularidad alrededor de todo el mundo. Cada uno de los textos que él realizó se fueron expandiendo por gran parte del continente europeo, especialmente su natal Alemania, país donde era considerado como una gran revolución entre las sociedades religiosas.

Los textos de Martín Lutero también logrando impactar de manera positiva en otros muchos reformadores de la época y pensadores, dando origen a diferentes tradiciones protestantes en Europa y en el resto del planeta. Para nadie es un secreto que la Reforma Protestante planteada por Lutero significó un destacado desarrollo intelectual para el continente europeo, sumado a la Contrarreforma, que recordemos fue la consecuente reacción católica a la propuesta de Lutero.

Una de las principales cosas que trajo tanto la Reforma protestante como la Contrarreforma fue el impulso del pensamiento escolástico de los jesuitas en el caso del catolicismo. Otro legado que dejó el gran Martín Lutero fueron sus traducciones memorables, principalmente la traducción de la Biblia, trabajo que lo llevó a ser descrito como uno de los fundadores de la literatura en alemán.

Se ha afirmado que en los territorios luteranos bajó considerablemente el poder absoluto de los reyes. La verdad es que

“La influencia de la doctrina protestante sobre los planteamientos políticos ha sido interpretada según criterios tan variados como para llegar a vincular al protestantismo tanto con la implantación de regímenes democráticos como totalitarios o absolutistas. Una primera circunstancia a tener presente es el hecho de que el protestantismo supuso una reformulación de las relaciones entre Iglesia y Estado”:

Es necesario recordar que a lo largo de todo el siglo XVI, tanto por la acción emprendida por Lutero y por otros reformadores de la época, además del apoyo de príncipes y monarcas que anhelaban aumentar su poder e independencia, la Reforma llevaría al establecimiento de diferentes Iglesias protestantes, especialmente en el norte del continente europeo y a las denominadas “guerras de religión” entre católicos y protestantes.

En la Biografía de Martín Lutero se le considera como el principal exponente de la Reforma Protestante, siendo éste uno de sus más grandes aportes realizados a lo largo de su carrera. Su formación como Sacerdote en el año 1507, le permitió a Lutero adquirir mayor conocimiento en áreas relacionadas con el cristianismo, además que siempre se enfocó en investigar textos antiguos y evangelios.

Tomando en cuenta toda esa capacidad, Lutero fue tomando posturas cada vez más alejadas de la doctrina católica a causa fundamentalmente del funcionamiento de la Iglesia Católica y criticando que esta se hubiera alejado de la doctrina original. Uno de sus más importantes aportes fue sin duda alguna la publicación de las 95 tesis, con la que alcanzaría el punto de inflexión y su excomunión en la década de 1517.

Las 95 tesis de Martín Lutero sirvieron, entre otras cosas, para condenar de forma pública la avaricia y el paganismo dentro de la Iglesia, al igual de renegar la autoridad papal. Pero sin dudar alguna, la traducción de la Biblia al idioma alemán fue el aporte más clave que realizó Lutero luego de su formación en teología. La traducción lo llevó a consolidarse como un personaje admirado y a la vez rechazado por muchos practicantes religiosos.

Según expresan la Biografía de Martín Lutero, su traducción de la Biblia al alemán lo convirtió en un elemento fundamental y cabeza visible de un movimiento reformista que provoca cambios sustanciales en la Europa del siglo XVI en adelante. A parte de su obra teológica, Lutero también realizaría escritos sobre diferentes materias, entre ellas la administración civil, política, sociedad, entre otros.

Entre sus textos más relevantes realizados estuvo “Contra las hordas asesinas y ladronas del campesinado” publicado en el año 1525 y “Carta sobre el arte de traducir” que se publicó en la década de 1530). Martín Lutero también se dedicó a escribir una gran cantidad de cartas de respuesta a las críticas que recibía por su postura religiosa.

Las 95 tesis de Martín Lutero fueron publicadas en el año 1517 y de ese escrito es que proviene las cinco salas, que se podría decir resumen las creencias teológicas básicas de la comunidad protestante en contraposición con la doctrina católica:

  • Sala scriptura: Enseña que solo la Biblia es la palabra de Dios autoritativa e inspirada, por consiguiente, la única fuente de autoridad, y que es accesible para todos, es decir, que es capaz de ser entendida con claridad, y cada uno puede hacer su propia interpretación.
  • Sala fide: Es la enseñanza que dice que la justificación (interpretada en la teología protestante como “ser declarado justo por Dios”) se recibe solo por la fe, sin ninguna mezcla ni necesidad de buenas obras (entendiendo que la fe nos lleva a las buenas obras, no que las obras producen justificación).
  • Sala gratia: Es la doctrina que sostiene que la salvación viene solo por la gracia divina o gracia de Dios, es decir, por un favor inmerecido, no como algo que el pecador haya conseguido por sus propios méritos.
  • Salus Christus: Enseña que Jesucristo es el único mediador entre Dios y el hombre, y que no hay salvación por medio de ningún otro.
  • Soli Deo gloria: Es la consecuencia de las cuatro salas anteriores, que toda la Gloria es solo para Dios, puesto que la salvación solo se lleva a cabo a través de su voluntad y acción.

Martín Lutero se encargó de predicar su reforma por toda Alemania, organizó su Iglesia por ordenanzas de los príncipes alemanes y aseguró su triunfo en el pacto de Nuremberg de 1532, donde se concede a la nueva religión el ejercicio público de su culto. Los últimos años de Lutero le trajeron duros choques con sus seguidores. Finalmente sus energías se agotaron cuando viajó a Mansfeld para mediar en las dimensiones entre los señores de la ciudad. Su vida se apagó en Eisleben en el año 1546.

Formación del luteranismo

En la Biografía de Martín Lutero se resalta que él no creó la Iglesia Luterana como una institución, ni tenía la intención que sus enseñanzas derivaran en una nueva denominación cristiana. Todo lo contrario, él dejó en evidencia en una oportunidad su deseo de que eso no ocurriera, opinando lo siguiente:

"Ruego por que dejen mi nombre en paz. No se llamen a sí mismos 'luteranos', sino Cristianos. ¿Quién es Lutero?, mi doctrina no es mía. Yo no he sido crucificado por nadie. ¿Cómo podría, pues, beneficiarme a mí, una bolsa miserable de polvo y cenizas, dar mi nombre a los hijos de Cristo?.

Dejen, mis queridos amigos, de aferrarse a estos nombres de partidos y distinciones; fuera a todos ellos, y dejen que nos llamemos a nosotros mismos solamente cristianos, según aquel de quien nuestra doctrina viene"

También se ha llegado a decir que Martín Lutero “fue un personaje contradictorio y poco sistemático que cabría preguntarse si acaso Lutero habría sido luterano, puesto que luteranismo implica sistematismo esto es algo difícil de encontrar en él”

Sin embargo, es importante recordar que gracias a la Reforma Protestante, se fue designado el apelativo “luterano” y “luteranismo” para hacer referencia directa a la doctrina interpretativa y a las enseñanzas que impartía Martín Lutero sobre el cristianismo. El término también fue utilizado por miembros de la Iglesia Católica para referirse a los seguidores de las interpretaciones que Lutero tenía referente al cristianismo.

A pesar de todo lo descrito, la fundación de nuevas iglesias autodenominadas luteranas fue creciendo considerablemente, y con ello se fue formando esa denominación cristiana.

La rápida expansión del luteranismo a lo largo del continente europeo dio lugar a las llamadas “Guerras de religión” que enfrentaron a católicos y protestantes en territorio europeo, especialmente durante los siglos XVI y XVII, si bien las diferencias religiosas fueron poco más que el pretexto para canalizar luchas de poder en las que se mezclaban intereses políticos, económicos y estratégicos.

La corriente protestante terminó por consolidarse como una religión cristiana separada del catolicismo romano; pero, a su vez, también se dividió en múltiples corrientes, al surgir disidentes radicales en la propia Alemania, como por ejemplo Thomas Münzer y al extenderse el protestantismo a otros países europeos, en donde aparecieron reformadores locales que fundaron sus propias Iglesias con doctrinas teológicas diferentes.

Conmemoración

El calendario litúrgico luterano conmemora a Martín Lutero cada 18 de febrero, al igual que la Iglesia Episcopal de los Estados Unidos. En la Iglesia Anglicana se lo recuerda el 31 de octubre. Desde sus primeros años de vida, Martín Lutero fue un hombre dedicado al trabajo de monje agustino, especialmente a partir del año 1505 cuando se hizo monje de forma oficial.

A partir de entonces, Lutero empezó a recibir formación en el área de teología en la Universidad de Wittenberg, en donde se doctoró en 1512. Cuando logró formarse como profesor, empezó a criticar la situación que vivía para entonces la Iglesia Católica. Él hacía duras críticas en torno a la frivolidad en la que vivía gran parte del clero (sobre todo las altas jerarquías, como había podido contemplar durante su visita a Roma en 1510).

Para algunos estudiosos, Martín Lutero es considerado como un profeta, mientras que para otra parte de la sociedad es visto como hereje renegado. Allí se puede evidenciar que Lutero fue querido pero al mismo tiempo rechazado por muchas personas. Lo que no se puede poner en duda es que la figura de Martín Lutero logró causar un impacto tan relevante en la historia de la religión cristiana, sobre todo en la fe.

Siempre es posible aprender algo nuevo de la vida de Martín Lutero, bien sea de sus comentarios, su valentía ante de la Dieta de Worms e, incluso, de cada una de sus publicaciones. También se puede destacar de él su carácter y su forma de plantear pensamientos teológicos difíciles, pero estamos seguros de que sin él tampoco habría llegado la contrarreforma.

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