Biografía de Leona Vicario y la Revolución Mexicana
A través de este interesante post, te presentamos un poco más sobre la vida y Biografía de Leona Vicario, partícipe de la revolución mexicana, digna representante de la Guerra de Independencia de México, primera mujer en impulsar el periodismo ¡No dejes de leerlo, es muy interesante!
Biografía de Leona Vicario
Nace el 10 de abril del año 1789, como se detalla en la biografía de Leona Vicario, su nombre completo era María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador, fue una de las más dignas representantes de la Guerra de Independencia de México, pues se encargó de mantener informados a los insurgentes en las labores que se estaban realizando para formar la nueva nación azteca.
Era descendiente de una familia acomodada, mezcla de dos razas, como se puede apreciar en la biografía de Leona Vicario, perteneció a una sociedad secreta con el nombre de Los Guadalupes, además usó parte de su fortuna para mantener el proyecto pro independentista, siendo una de las primeras mujeres en esa nación de ejercer la función del periodismo, por lo cual su vida estuvo plagada de sinfines de riesgos, además formó un hogar con Andrés Quintana Roo, siendo esposa y madre.
Se constata en la biografía de Leona Vicario, que en el momento que se creó el Congreso de la Unión, se le reconoció en la historia mexicana, con el título de Benemérita y Dulcísima Madre de la Patria, el 25 de agosto del año 1842, demostrando el gran orgullo que tiene la nación azteca por esta insigne patriota, se puede evidenciar en el Muro de Honor del Palacio Legislativo San Lázaro, su nombre ceñido en letras doradas en lo que es actualmente la Cámara de Diputados de México.
Como se puede observar en la biografía de Leona Vicario, fue hija única, su padre fue Gaspar Martín Vicario, quien era un comerciante de ascendencia española, específicamente de Castilla La Vieja y su mamá Camila Fernández de San Salvador, descendiente en línea directa de Ixtlilxochitl II, quien fuese el último tlatoani de la localidad de Texcoco, tal como se comenta en su historia, más no se demuestra en las investigaciones si esto es cierto.
En su época, la familia estaba muy cómoda a nivel económico, como se puede constatar en l biografía de Leona Vicario, por lo cual accedió a una excelente educación, gracias a sus padres, que se interesaron en ello, tuvo la oportunidad de estudiar bellas artes, tomó curso de pintura y dibujo con un gran artista, el pintor Tirado y también estudió en el área de las ciencias, se comenta que hasta hablaba en francés.
Se puede apreciar en la biografía de Leona Vicario, que disfrutaba la lectura, entre ella, se destacan las siguientes, Las aventuras de Telémaco, de Fenelón, Idea del Universo, del Jesuita Lorenzo Hervás y Panduro, Historia natural general y particular, de Georges Louis Leclerc, quien era conde de Buffon.
Al cumplir dieciocho años de edad, fallecieron sus padres, como se puede evidenciar en la biografía de Leona Vicario, era el año 1807, por lo cual su tío Agustín Pomposo Fernández de San Salvador, es quien se mantiene como albacea de los bienes de la joven patriota, quien era de profesión abogado, se comenta que su fortuna oscilaba alrededor de cien mil pesos en esa época era mucho dinero.
Su tío Agustín como se puede apreciar en la biografía de Leona Vicario, era conocido por algunas de sus redacciones literarias, en este caso una oda, que redactó siendo muy joven con el título, Sentimientos de la Nueva España por la muerte de su virrey D. Antonio María Bucareli, además en el año 1787, escribe otros versos que tituló, La América llorando por la temprana muerte de D. Bernardo de Gálvez.
Demostrando su tío materno, una gran afinidad por la monarquía y respeto y admiración hacía sus gobernantes, los sucesos que se suscitaban en España debido a la invasión de Napoleón Bonaparte, hicieron que observase en la Nueva España, las sublevación del padre Manuel Hidalgo, por lo cual redactó en el año 1810, la siguiente obra, Memoria Cristiano – Política sobre lo mucho que la Nueva España debe temer de su desunión.
Aunque los puntos de vista entre su tío y los de la joven no eran iguales, como se puede evidenciar en la biografía de Leona Vicario, éste accedió a que ella viviese sola, en una propiedad, claro su tío vivió al lado de la misma en su propia vivienda, para evitar comentarios mal sanos decide comprometer a su sobrina con el coronel y abogado Octaviano Obregón, pero este viaja a España y no se concreta dicha relación.
Para el año 1811, como se detalla en la biografía de Leona Vicario, por azares del destino conoce a un joven estudiante de leyes que provenía de Yucatán y que trabajaba en el despacho de su tío, era Andrés Quintana Roo, ambos se enamoraron, así que él decidió pedir la mano de la joven al tío materno, más este se negó por qué Andrés era pobre.
Aunque por el momento no se podían casar, como se puede apreciar en la biografía de Leona Vicario, ella se encarga de gestionar económicamente la causa insurgente, que estaba gestando en la nación azteca, ella se encargaba de escuchar informaciones en la sociedad virreinal y luego de ello transmitía a los insurgentes informaciones muy importantes que permitía que se pudiesen sublevar, mientras que la corona española, no comprendía lo que sucedía.
Inicia la Guerra de Independencia de México
Desde el año 1810, como se puede destacar en la biografía de Leona Vicario, formaba parte de un grupo de personajes con el nombre Los Guadalupes, ellos conformaron una red estratégica para mantener informados al sacerdote de nombre Miguel Hidalgo y Costilla, además de José María Morelos y Pavón, que era un gran líder en esta revolución de la independencia, ya que pertenecían a la sociedad virreinal, obteniendo información clasificada que les transmitían a los insurgentes.
Entre ellas se destacan las estrategias a utilizar en contra de quienes se habían sublevado, no solo en ello, participó la joven, como se puede evidenciar en la biografía de Leona Vicario, se encargó de dar refugio a quienes huían de las leyes españolas, otorgando medios económicos además de medicinas e informaciones de lo que ocurría en la corte virreinal, para que pudiesen seguir con las ideas emancipadoras.
Mientras simultáneamente mantenía amores con Andrés Quintana Roo, aún con la negativa de su tío, como se evidencia en la biografía de Leona Vicario, para finales del año 1812, vende parte de sus joyas para financiar la sublevación, por lo cual se traslada a Tlalpujahua, con la intención que en el campamento de Ignacio López Rayón se elaboren cañones.
Transcurre un año más en la biografía de Leona Vicario, es el mes de marzo del año 1813, una de sus correspondencias es interceptada, al verse inmiscuida toma la decisión de huir hacía San Ignacio en Michoacán, continuando a la lo localidad de Huixquilucan, al volver a la capital, su tío materno en su función de abogado, logran que la incluyan en el Colegio de Belén de las Mochas para que no fuese a prisión, allí tiene una estadía de alrededor de cuarenta y dos días,
A pesar de ello, como se puede constatar en la biografía de Leona Vicario, fue procesada formalmente por la Real Junta de Seguridad y Buen Orden, se encontraron documentos que la inculpan y demostraban su cercanía con los insurgentes, más en los interrogatorios que se le hicieron no mencionó a ninguno de sus compañeros, le sentenciaron a prisión además de confiscar sus bienes.
Pero en el mes de mayo de ese mismo año 1813, tres insurgentes, realizaron las estrategias necesarias para ayudarle a escapar de la prisión, estos iban bajo las órdenes de Andrés Quintana Roo, la mantienen oculta varios días y luego hacen lo necesario para que huya de la capital, se traslada a Tlalpujahua en Michoacán y allí contrae nupcias con Andrés Quintana Roo, y en compañía de su esposo sigue trabajando en pro de los insurgentes, como se puede apreciar en la biografía de Leona Vicario.
Morelos, se encargaba de enviarle cartas a nuestra protagonista como se puede constatar en la biografía de leona Vicario, desde la localidad de Chilpancingo, le recompensan por sus acciones con una retribución financiera, que aprobó el propio Congreso en fecha de 22 de diciembre del año 1813.
Entre los años 1814 y 1815, como se observa en la biografía de Leona Vicario, se mantenía al pie del cañón laborando como redactora de varias prensas como son el Semanario Patriótico Americano y EL Ilustrador Americano; pero capturan y asesinan a José María Morelos, se disuelve el Congreso debido a los mismos insurgentes.
Así que deciden cómo se nos muestra en la biografía de Leona Vicario, esconderse la pareja en la localidad del estado de Michoacán, haciendo caso omiso de los indultos que se estaban realizando en la capital de la nación mexicana.
Transcurren dos años más en esta situación, cuando llega el año 1817, como se puede enfatizar en la biografía de Leona Vicario, se la pasaban huyendo de un sitio a otro, pero estaba embarazada y es en ese año que esta familia recibe a su primogénita en una cueva, donde estaban ocultos, a quien le colocaron el nombre de Genoveva.
Son delatados, como se puede observar en la biografía de Leona Vicario, el nacimiento de la niña fue cerca de la localidad de Acamixtla en Tierra Caliente, el padrino fue Ignacio López Rayón, pero el 14 de marzo del año 1818, aunque estaban escondidos en las serranía de Tlatlaya, les capturan y observando las consecuencias que serían para la madre como para la hija.
Deciden solicitar el indulto, tal como se puede evidenciar en la biografía de Leona Vicario, la petición la realiza el mismo Andrés Quintana Roo y la misma fue aceptada por el virrey de la Nueva España, debido a ello, confinaron a la familia Quintana Vicario en la ciudad de Toluca, allí debieron permanecer apartados hasta el año 1820.
En el tiempo que estuvo Leona Vicario, residenciada en Toluca nace su segunda hija a quien llamaron María Dolores Quintana Vicario, además fue testigo de las celebraciones realizadas por la Constitución de Cádiz, lo cual la inspiró a escribir un poema titulado, La libertad y la tiranía, como se puede constatar en la biografía de leona Vicario, y en este artículo, te mostramos un fragmento del mismo:
“...Llega, y la diosa a tan feroz aspecto
Un vivo grito en su sorpresa lanza,
Sin que para increpar a su enemigo
Le faltasen enérgicas palabras.¿Cómo –le dice- a profanar se atreven,
Sangrienta Tiranía, tus pisadas
La mansión venturosa que Pelayo
A mis cultos devoto consagrara?...”
Después de la Independencia de México
Una vez lograda la independencia de la nación mexicana, como se destaca en la biografía de Leona Vicario y en forma de compensarle la confiscación de la totalidad de sus bienes, el Congreso de la República le concede el 08 de agosto del año 1823, un aporte financiero además de una vivienda en la hacienda Ocotepec, ubicada en los Llanos de Apan, además de tres viviendas en la ciudad de México.
Para el año 1827, mediante sesión plena el Congreso del Estado de Coahuila y Texas aprueban que la villa de Saltillo llevase el nombre de Leona Vicario, que era sinónimo de la mujer fuerte de la independencia.
De su matrimonio nace la tercera hija, a quien llamaron Dolores en honor y respeto a la villa donde e inició la lucha por la independencia en el año 1810 a cargo del sacerdote Miguel Hidalgo.
Mientras su esposo se dedicaba a la magistratura, como se puede apreciar en la biografía de Leona Vicario, ella continuó redactando artículos, poemas y participando en las actividades de índole político, es más defendió a su esposo en el gobierno del presidente Anastasio Bustamante.
Cuando decide perseguirla y acusarle por las campañas de prensa que se editaban en El Federalista, periódico que se editaba gracias a los recursos económicos de Leona Vicario, en el mismo continúo sus redacciones hasta el momento de su fallecimiento.
Mientras escribía artículos en El Federalista, como se observa en la biografía de Leona Vicario, debe enfrentarse a un conservador de nombre Lucas Alamán, esto sucedió en el año 1831, quien tenía el tupé de asumir que las mujeres que habían participado en la guerra de la independencia, fue por el amor que tenían a sus hombres, a lo cual le contestó en su columna periodística:
“...Confiese Sr. Alamán que no sólo el amor es el móvil de las acciones de las mujeres; que ellas son capaces de todos los entusiasmos y que los sentimientos de la gloria y la libertad no les son unos sentimientos extraños; antes bien vale obrar en ellos con más vigor..."
"... sea el cual fuere el objeto o causa por quien las hacen, son desinteresados, y parece que no buscan más recompensa de ellos, que la de que sean aceptadas...Por lo que a mí toca, sé decir que mis acciones y opiniones han sido siempre muy libres..."
"... nadie ha influido absolutamente en ellas, y en este punto he obrado con total independencia y sin atender que las opiniones que han tenido las personas que he estimado. Me persuado de que así serán todas las mujeres... y a las que por efecto de su educación hayan contraído un hábito servil. De ambas clases hay también muchísimos hombres...”
Esta carta demuestra el gran sentido de crítica y pertenencia que desprendía nuestra protagonista, como se observa en la biografía de Leona Vicario, mujer responsable en tomar sus propias decisiones en busca de un ideal de emancipación, demostrando su fuerza inquebrantable a pesar de las vicisitudes, por ello, es digna de respeto y su nombre aparece en letras de oro, gracias a su gran capacidad de trabajo en pro de la Independencia de México.
Para el año 1833, como se puede destacar en la biografía de Leona Vicario, su esposo Andrés Quintana Roo, le nombran Secretario de Justicia de un gobierno liberal, más renuncia al cargo por no congeniar con las ideas de Santa Anna, por lo que desde el año 1835, se mantiene como Magistrado de la Suprema Corte de Justicia.
Fallece como se demuestra en la biografía de Leona Vicario, el 21 de agosto del año 1842, contaba con cincuenta y tres años de edad, en la capital mexicana en compañía del amor de su vida, su esposo Andrés Quintana Roo y en compañía de sus hijas, se comenta que escribió en su testamento, lo siguiente:
“...estoy sana pero mi cuerpo, resiente la larga lucha, el hambre, el cansancio y la desdicha que he padecido durante los años de guerra...”
En primera instancias sus restos fueron sepultados en el Panteón de Santa Paula, luego el 28 de mayo del año 1900, sus restos fueron llevados en compañía de los de su esposo al Monumento Rotonda de los Hombres Ilustres, ubicado en el Panteón Civil de Dolores.
Por el momento en la historia de México es la única mujer que le han realizado funerales de Estado Mayor, debido a su gran importancia en la participación de la Independencia de México.
Pero en el año 1925, decidieron trasladar sus cenizas, como se observa en la biografía de Leona Vicario a la Cripta de otro monumento como es la Columna de la Independencia, ubicado en el Paseo de la Reforma; desde el 30 de mayo del año 2010.
Vuelven a trasladar sus cenizas a otro espacio siendo este el Museo Nacional de Historia en el Castillo de Chapultepec, de allí se trasladan al Palacio Nacional el 15 de agosto de ese mismo año 2010, en conmemoración de la Galería Nacional en pro de los 200 años, de la Construcción de la Patria; luego de ello, en el año 2011, vuelven a llevar sus cenizas a la Columna de la Independencia, con el resto de los insurgentes que se encuentran en ese honorable espacio.
En honor a Leona Vicario
Debido a su participación en la Guerra de la Independencia, se puede observar a Leona Vicario como la primera periodista de la nación azteca, en la nación mexicana, se pueden observar diversos monumentos en honor a sus actividades de insurgente, diversas calles, centros hospitalarios, bibliotecas, escuelas, localidades, uno de ellos es el poblado de Leona Vicario ubicado en el estado de Quintana Roo.
Por lo cual la nación mexicana, guarda profundo respeto a esta heroína que mediante la comunicación escrita ayudó enormemente a que la independencia de México, fuese un hecho tangible, en este año 2020, se están cumpliendo 231 años de su fallecimiento, por lo que el Gobierno de México, asumió este año como: El Año de Leona Vicario, Benemérita Madre de la Patria.
Es una digna representante de la mujer luchadora, que nació en el seno de una familia acomodada y utilizó su dinero para fomentar la cadena de espionaje para ayudar al regimiento insurgente a batallar para ser un pueblo independiente.
Es importante destacar en la biografía de Leona Vicario, los importantes cambios trascendentales que se estaban viviendo en la época que le correspondió vivir a esta digna representante mexicana, pues se estaba iniciando la revolución francesa, además de la sucesión del trono de la comarca española.
Además la posición familiar y lo bienes heredados le sirvieron como aporte a la revolución mexicana, inclusive no era normal que las mujeres estudiaran y sus padres le dieron la oportunidad para ello, permitiéndole formarse un carácter crítico y reflexivo de lo que estaba sucediendo en su país.
Beca Leona Vicario
Existe en la nación mexicana una beca con el nombre de nuestra heroína, dirigida a niños, niñas y adolescentes desde los 0 años de edad hasta los 17 años y 11 meses, la misma se encuentra vigente, por lo cual la pueden solicitar personas que se encuentren en esta de vulnerabilidad, tiene por el momento la oportunidad de poder atender a una población de 35500 niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo.
La beca Leona Vicario, otorga actualmente un monto de 832 pesos mensuales a los siguientes casos, extrema pobreza, víctimas de violencia, casos donde los padres han fallecido o tienen una incapacidad que les permite trabajar, o en otros casos se encuentran los padres privados de libertad, hijos de policías caídos en el trabajo de su responsabilidad social, también en el caso que los padres estén vivos pero sus ingresos no superan las dos unidades de cuenta de la nación mexicana.
Frases célebres de Leona Vicario
En el deporte es imposible tener un amigo. Tarde o temprano, acabas enfrentándote a él.
Estudia las frases que parecen ciertas y ponlas en duda.
El hombre y la mujer han nacido para amarse; pero no para vivir juntos. Alguien ha hecho observar que los amantes célebres de la historia han vivido siempre separados.
Escribo por el solo placer de escribir, para mí sola, sin ninguna finalidad de dinero o publicidad. En mi pobre vida, tan vulgar y tranquila, las frases son aventuras y no recojo otras flores que las metáforas.
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